Para jugar, tuvimos que colocar la caja de Plinko en el ángulo correcto, de modo que al lanzar los cubos locos, se quedaran dentro de la caja y no rebotaran hacia afuera. Luego, los estudiantes se turnaban para lanzar sus cubos locos dentro de la caja de Plinko. Las pequeñas bolas rebotaban y finalmente caían en una de las ranuras en la parte inferior. La letra de la ranura donde caía la bola era la primera letra de la palabra que mis estudiantes debían escribir.

Este juego fue muy divertido y trabajó muchas habilidades diferentes. Hubo bastante toma de turnos, fortalecimiento de los dedos al usar los cubos locos, coordinación visomotora al observar la bola bajar por el tablero de Plinko, y motricidad fina al escribir la palabra requerida. Resultó ser una excelente actividad que repetiré con frecuencia.

Lo volví a hacer con otro estudiante, pero olvidé los cubos locos, así que usamos canicas. Aun así logramos trabajar la mayoría de las habilidades, aunque los cubos locos añaden una capa extra de diversión y desafío.

Materiales:

  • Caja

  • Pajillas (popotes/sorbetes)

  • Pegamento caliente

  • Cubos locos o canicas

Habilidades:

  • Fortalecimiento de los dedos

  • Coordinación visomotora

  • Motricidad fina